Muchos habéis sido los que me habéis escrito esperando una
reacción por mi parte a la polémica por las declaraciones acerca de las
denuncias falsas por violencia de género del diputado Toni Cantó. Bueno,
la realidad es que esas declaraciones se produjeron dos días después
del congreso sobre este tema al que acudí el viernes, y en el que se
dieron cita policías, guardias civiles, activistas europeos, pensadores,
un nutrido grupo de ex feministas (feministas por la igualdad)... y un
diputado autonómico de UPyD (el partido de Cantó). Si no he hablado
antes es porque esperaba en estos días que la mentira se destapara pero,
dado que nadie prende la mecha, voy a soltarla yo.
Curiosamente, el día que Toni Cantó habló, estaba entrevistando a dos
hombres víctimas de la ley de violencia de género: Juan Carlos (taxista)
y Miguel (músico). A través de sus historias conoceréis una realidad
silenciada que ha hecho que el delito de "violencia de género" sea hoy
más numeroso en las cárceles españolas que cualquier otro (incluido el
tráfico de drogas) y que está haciendo que se construyan módulos
especiales en las cárceles para tal fin (ya no caben).
¿Que por qué le pueden meter en la cárcel a uno? Por tirarse un pedo
delante de ella, por mandarla a la mierda o, incluso, por dejar de pagar
la pensión al hijo durante tres meses (aunque se esté en el paro y no
se tenga ingresos). Las dos primeras causas están tipificadas como
"maltrato psicológico", la tercera, no contempla que el hombre no tenga
recursos o se quede en la calle. Los campings españoles están repletos
de hombres que se han quedado en la calle por culpa de esta paranoia:
pero no le importa a nadie (menos a UPyD).
En las entrevistas, por ejemplo, os enteraréis de qué es "la bala de
plata" en manos de la mujer y, más abajo, veréis algunos datos del
abogado Felipe Pérez del Valle, Consejero de Defensa del Tribunal Penal
Internacional que reflejo en mi libro sobre esta Ingeniería Social.
Para enteraros de cómo se manipulan las estadísticas: La mujer no
puede arrepentirse de poner la denuncia; el fiscal actúa de oficio aún
sin su consentimiento y ese hombre denunciado, automáticamente, figurará
como procesado.
Dado que tiene que demostrar su inocencia (el testimonio de la mujer es
una prueba que no hace falta demostrar), el fiscal trata de llegar a
acuerdos con el hombre; a cambio de no ir a la cárcel, si el hombre da
su conformidad a su culpabilidad, las estadísticas pueden engordar, que
es de lo que se trata. Los casos de "conformidad" son una mayoría ahora
mismo.
Ha llegado la hora de acabar con este gulag, que ha convertido España, en un campo de concentración de hombres heterosexuales. PD: Mucho ojo en Latinoamérica porque tenéis la Paranoia a la vuelta de la esquina. http://www.youtube.com/embed/GvzuX0zUFpw
http://www.youtube.com/embed/lORSlRdibOo ---------------------- Ahí van más cifras; las extraje de un artículo publicado en el Diario de
León por el abogado Felipe Pérez del Valle, Consejero de Defensa del
Tribunal Penal Internacional.
Desde su entrada en vigor, el 29 de junio de 2005, hasta el 31 de
diciembre de 2009, es decir, cuatro años y medio después, se registraron
823.580 procedimientos penales contra hombres en los Juzgados de
Violencia de Género. Ello suponía que un 4,34% de la población varonil
española mayor de 18 años había sido objeto de un procedimiento penal
por un delito de violencia de género. Más de la mitad de esos 823.580
hombres pasaron por una dependencia policial como detenidos y de esta
mitad, la mayor parte de ellos pasó una noche en un calabozo horrible;
curiosamente no existen datos estadísticos a este respecto, quizás
porque asustaría el comprobar que un número tan elevado de personas han
pasado por ese trance.
Además, a consecuencia de estos procedimientos penales se adoptaron en
ese periodo de tiempo 315.947 medidas cautelares de naturaleza penal
contra los hombres, entre ellas 13.671 privativas de libertad. En
168.184 casos se aplicó la denominada antiguamente ?pena de destierro?
(27.691 salidas de domicilio; 140.493 alejamientos). Aprovechando esos
823.580 procedimientos penales, las medidas cautelares de naturaleza
civil adoptadas en perjuicio del hombre fueron 94.416: en 28.500
supuestos se atribuyó la vivienda a la mujer y se dictaron 15.553
suspensiones del régimen de visitas, de la patria potestad y guarda y
custodia.
Continúa Pérez del Valle: ?Ese dato de los más de 800.000
procedimientos penales se oculta siempre en los medios de información y
en los innumerables organismos públicos que se han creado ex profeso
para luchar contra una parte de la violencia, la que afecta a la mujer.
Cerca de la tercera parte de los hombres no son condenados, y no se les
compensa, indemniza o se les pide perdón por sus padecimientos
derivados de la detención policial, estancia en un calabozo policial,
sometimiento a un procedimiento penal e incluso prisión. En el ámbito
civil, no pueden recuperar el tiempo que les privaron de estar con sus
hijos, con sus amigos, en su domicilio, y por supuesto no se hace la
misma publicidad de su absolución que de su detención, y ni siquiera se
procede a la cancelación automática de sus antecedentes policiales y de
su reseña policial tras el sobreseimiento o sentencia absolutoria. Así,
el número de sobreseimientos y sentencias absolutorias, es decir, de
hombres que a pesar de haber sufrido un procedimiento penal no son
condenados ha sido de 251.251 casos, o el 30,50%.
Debe destacarse el número tan elevado de sobreseimientos o supuestos en
los que ni tan siquiera el hombre llega a juicio (167.717) y que cerca
de la mitad de los hombres que fueron a juicio en los Juzgados de lo
Penal, donde se enjuician el mayor número de casos por delitos, fueron
absueltos (48.299 sobre 103.697 sentencias dictadas, es decir, el
46,57%). De estos hombres nada se dice?.
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Porque la injusticia no tiene sexo Y la Justicia, tampoco
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